Dicen
que “segundas partes nunca fueron buenas”. Entonces ¿por qué damos segundas
oportunidades? Seguramente yo no sea la más indicada para criticar o
reflexionar sobre ello. He dado demasiadas segundas oportunidades en mi vida, y
sinceramente creo que pocas (para no decir ninguna) han salido bien. Pero la
verdad es que cuando siento por alguien, cuando alguien realmente me importa me
cuesta pensar más con la cabeza que con el corazón. Y es ahí cuando la cago.
Si
una persona nos ha decepcionado, si nos hemos llevamos un gran chasco con ella,
para qué dejar que nos vuelva a herir gratuitamente? Me hace gracia la gente
que pide perdón, te dicen que eso no volverá a pasar, jamás. Pasan unos meses y
todo genial, hasta que llega un momento que vuestra relación llega exactamente
al mismo punto en el que os habías quedado anteriormente. Todo lo que creías que
ya estaba arreglado y solucionado vuelva a renacer, de la nada. Esa persona
vuelve a hacerte exactamente lo mismo que hizo en su momento. Entonces si
sabías perfectamente que NO ibas a cumplir tu promesa, ¿para qué dices nada?
No te dejes engañar, sólo
porque te lloren y supliquen no quiere decir que vayan a cambiar. No te creas
todo lo que te dicen cuando están “arrepentidos”. Muchas veces estamos con
alguien que nos ha hecho daño y traicionado porque a pesar de todo dice que nos
quiere. Pero no debemos dejarnos engañar, quien ha hecho algo para perder
nuestra confianza seguramente no nos quiere como nos merecemos. Puede que la
necesidad y dependencia el uno del otro y la confusión provocada en los
momentos de inestabilidad nos hagan pensar que es amor en lugar de lo que es
realmente: costumbre, miedo al cambio. Una persona que te quiere de verdad
no te hace la vida imposible.
BASTA, ya no. No tienes porqué seguir llorando. Si esa persona no te sabe
valorar ya llegará alguien que lo hará de verdad. Con ello te darás cuenta de
que tantas lágrimas derramadas no sirvieron de nada.
Cuando hayas conseguido pasar
página, cuando todo te vaya a la perfección lo más probable es que esa persona intente
volver con los mismos argumentos de antes: llantos, promesas y súplicas de un
cambio. No te creas nada, las segundas oportunidades (o terceras) nunca han
sido mejores, al contrario, te acabas arrepintiendo de haber creído y vuelto a
caer en lo mismo de siempre.
Así que, no queda más que seguir
tu vida. Lo más probable es que acabes encontrando a alguien que realmente te
merezca.
En lugar de pedir segundas
oportunidades, aprovéchenos al máximo la primera.
¿Qué opináis vosotros de las
segundas oportunidades?
.~África~.
Me identifico mucho contigo! ;)
ResponderEliminar