sábado, 23 de febrero de 2013

De donde no hay no se puede sacar


Muchas veces las mujeres justificamos nuestras relaciones fallidas con: "todos los tíos son iguales" "con que capullos me junto". Y quizás nuestro error sea ese, que a pesar de que sabemos que esa persona no nos conviene, aunque pasen de nosotras, aunque se inventen mil escusas para no quedar, seguimos adelante.

Seguramente si una de nuestras amigas estuviera viviendo una situación parecida le diríamos: "¿Eres tonta? Este tío no te conviene. Te mereces a alguien mejor". Pero es curioso... cuando más nos advierten de que esa persona no es la adecuada, más nos gusta.

Incluso acabamos justificando cada uno de sus actos. “Si no me habla es porqué tendrá algo mejor que hacer”. Seamos realistas, si a un tío realmente le interesas se preocupa por ti y no se pasa tres días sin hablarte.

Nos autoconvencemos de que cambiará, de que ese chico es nuestro “Christian Grey”, el chico malo que acabará enamorándose perdidamente de nosotras. Y ponemos todo de nuestra parte para que eso ocurra.

Pero quizás ahí este el error. Estamos intentando buscar dónde no hay. Cada persona es como es y no podemos perder el tiempo intentando convertirla en algo que no es. Entonces, ¿para qué invertir nuestro tiempo en la persona equivocada cuando nuestro príncipe sigue ahí fuera?

Aunque ahora pienses “No querré a nadie tanto cómo a él”, créeme puede ocurrir. Cuando lo dejé con mi primer novio pensaba que nunca iba a encontrar a nadie que me quisiera como él, que nunca más iba a enamorarme tanto, y pasó. Me enamoré de otra persona sin tan si quiera planearlo.

Ahora que hace meses que lo dejé con este último sé que todo es posible en cuanto a sentimientos. He conocido a algún que otro chico en este tiempo pero realmente no me han llenado cómo creía, he ido viendo cosas que no me gustaban y he puesto distancia de por medio. No quiero pasarlo mal otra vez, por lo tanto, creo que es lo mejor que puedes hacer cuando ves que esa persona no te va a completar cómo debería.

Así que…solo queda dejar que pase el tiempo, porque cuando menos lo esperas, ocurre. 

.~África~.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Dicen que las mujeres somos complicadas...

Cuantas veces he oído esta expresión en boca de tantos y tantos hombres. Cada vez estoy más convencida de que nosotras podemos llegar a ser complicadas pero en valentía, juicio y sentimientos los ganamos con creces.

No me gusta generalizar y puede que haya excepciones, hombres realmente románticos que te abran su corazón sin abrir también su bragueta (yo no me he encontrado con ninguno de esos).

No entenderé nunca porqué algunos huyen de nosotras en cuanto saben  que nos han enamorado. Se pasan meses, semanas, días babeando por nosotras ahora a la mínima que nosotras suspiramos, parece que ellos  desarrollen alas para misteriosamente salir huyendo.
Me parece tan y tan triste que alguien no sepa afrontar sus sentimientos o que juegue con los de otra persona… es algo que jamás podré entender.
Me parece que hoy en día las personas valientes que admiten sus sentimientos están en peligro de extinción. Sinceramente es terriblemente triste que cada día nuestro mundo sea un poco más mediocre donde la falta de compromiso  y la facilidad que tantos y tantas ofrecen, se multiplique por doquier.

Yo nunca vi  en una relación una forma de complicarse la vida, creo que si esa es la visión que tiene mucha gente con pareja, deberían plantearse seriamente que hacer con su vida.
La verdad es que hoy escribo esto, porqué siento que a veces me precipito a la hora de confesar mis sentimientos y siento que eso solo acaba siendo un lastre que frena a aquellos con los que hasta ahora me he cruzado. Por desgracia creo que no soy la única a la que le sucede.

A veces sentimos la necesidad de gritar nuestros sentimientos a los cuatro vientos, sin darnos cuenta de que la persona que tenemos a nuestro lado le falta valentía y le sobran las ganas de salir corriendo.  Sé que es triste, pero lamentablemente sucede así.
No me gustaría cambiar mi forma de ser pero veo que a veces no queda otra.

Así que supongo que hay que luchar, luchar por no agobiarles diciendo: te quiero, cuando nosotras nos morimos de ganas por decirlo y que nos lo digan. Luchar por no confesarle al mundo que te mueres por estar con él, luchar contra no sucumbir a sus encantos  acabar en su cama y entonces crean que eres su magnífico objeto. Luchar contra las ganas de hablar con él  todas horas y que así el señorito no se agobie. Luchar por saber siempre que palabras usar en cada instante y que estas no resulten demasiado escasas o simplemente demasiado.
En fin… encima tenemos que aguantar que nos llamen complicadas

Abril

sábado, 16 de febrero de 2013

Hoy el día parece más azul y creo ser la única que para a pensárselo.


Hoy caminando por la calle, he mirado hacia el cielo y me he dado cuenta de que en ese preciso instante no había una sola nube. Habría sido un magnifico momento para quedarse parada en medio de la calle a contemplarlo … si no fuera porqué llegaba tarde a clase.


Hay épocas  y momentos en los que te paras a pensar en lo mucho que has cambiado tu mismo como persona en  tan poco tiempo, hay temporadas tranquilas en tu vida y otras en las que no dejan de sucederte cosas a borbotones.
Cuando he mirado el cielo azul eléctrico, mi color favorito, mi celebro  he visualizado lo que he cambiado, lo positivo y también el aspecto negativo de ese cambio. Me  ha alegrado saber que el aspecto positivo gana con creces al negativo.


Con todo esto quiero decir que a veces somos masoquistas y necesitamos que la vida nos de golpes, gracias a estos cambiamos como personas, un golpe siempre es algo negativo pero siempre tendrá un aspecto que sea positivo porqué puede ayudar a que tu forma de ver las cosas adquiera un nueva  percepción.
Siempre me han gustado las mariposas azules, mi habitación es de un tono amarillo claro y en la pared tengo estampadas mariposas azules. Siempre me quise tatuar dos mariposas azules.


¿Qué son las mariposas azules?
Una mariposa azul, a mí me aporta fuerza, energía, cariño, tranquilidad, paz. Siempre cuando miro las mariposas de mi cuarto pienso que cada una de ellas es una persona MUY  MUY importante que ha pasado por mi vida, que está en ella o que tiene que llegar. Una de las mariposas que hay en la pared debo ser yo (mi yo interno, como mí alma o algo así), pero no me gusta elegir entre una de ellas  e identificarme así. Me gusta pensar que todas me aportan una gran parte de fuerza.


Lo que no me gusta:
No me gusta pensar que las mariposas son débiles. Nunca me considere una persona débil, creo que soy capaz de superar muchísimas dificultades, creo que he pasado por unas cuantas y supongo que aún me quedan bastantes que llegaran y a las que sin duda me enfrentaré con fuerza.


Tengo 30 mariposas azules y unas ramas de flores de cerezo en el cabezal de mí cama.
¿Que son las ramas de flores de cerezo?

Para mí las ramas de flores de cerezo significan el recorrido de mi vida. Siempre me ha encantado mirar a la montaña y ver cerezos o almendros en flor. Me encanta, lo veo un paisaje precioso… puede que sea solo una cosa mía pero me aporta mucha felicidad ver algo tan bonito. Tampoco he querido saber nunca, en que rama del cerezo del cabezal de mi cama me encuentro, prefiero pensar que todas las etapas por las que pasaré y he pasado, tendrán algo que las diferencie y encontrar la diferencia será maravilloso.


Totalmente inspirado en Albert Espinosa al que admiro profundamente.


Abril

martes, 5 de febrero de 2013

Pausa


A veces todo el mundo necesita una pausa. Tomarse un tiempo y dedicar todos esos minutos, horas, días, meses tal vez años pensando en uno mismo. Uno de mis grandes errores es que en muchísimas ocasiones he pensado más en los demás que en mi misma…
Creo que des de que tengo uso de razón me vi acompañada de alguien en un futuro, nunca me plantee la situación de estar sola. Tras el paso de los años analicé que he vivido mucho más tiempo sola que con pareja. Que hubieron muchos ratos felices y preciosos momentos que recordar pero  también otros por los que lloré.

Ahora ha pasado el tiempo miro a mi alrededor y veo parejas felices pero también otras que no deberían estar juntas, pues aquella chispa que algunos llamamos amor… desapareció y solo les une el temor a la soledad.

No eres menos persona, ni vales menos, ni eres menos guapo o guapa  por estar solo. Nuestra sociedad,  quizás sea demasiado hipócrita, des de pequeños nos enseñaron que el príncipe encuentra a la princesa y fueron felices para siempre. Nunca nos explicaron que a la princesa puede que no la buscara ningún príncipe y no por ello dejaría de ser princesa.
Me he empeñado y he sufrido por estar con alguien con el que des de un principio sabía que no me quería y que el futuro no cambiaría, he intentado forzar situaciones o momentos en los que habría sido mejor esperar. Pero en esta vida aprendes… aprendes de tus propios errores a caerte y levantarte y si alguien no te ha querido lo suficiente, debes aprender a quererte a ti misma/mismo todo lo que esa persona no te quiso.

Yo estoy sola, no tengo pareja ni ningún futuro (nadie especial) y  es ahora cuando comprendo lo equivocada que estaba por infravalorarme y por buscar a alguien desesperadamente. No tengo miedo, No soy menos ni valgo menos, No soy menos inteligente Ni menos guapa de muchas de las que tengan novio. Simplemente, no ha llegado el momento.
Ahora que lo he comprendido, lo escribo aquí. Yo me he sentido realmente mal  y espero que nadie se sienta así por un rechazo o por algo que no funciono.  A veces, las cosas no funcionan porqué jamás estuvieron predestinadas  o porqué simplemente  el momento no apareció.

Pensar en  lo que te conviene, no forzar situaciones y dejar que el tiempo actué, reír de lo bueno y procurar encerrar lo que no fue tan bueno. Quererse  uno mismo y querer infinitamente a  aquellos que siempre permanecieron, procurando cuidarles para que continúen permaneciendo por siempre.

Abril

Pd: Siento,  no haber escrito durante tanto tiempo.  He echado de menos este espacio en mi vida.