Nunca
conoces a alguien del todo. Crees que conoces a alguien, que sabes lo que le
gusta, lo que no, e incluso muchas veces sabes perfectamente cómo reaccionará
ante una situación. Y de repente ocurre. Pasa algo que te rompe completamente
los esquemas. No, no conoces para nada a esa persona. Quizás es mi culpa por
haberte idealizado, por haber creído que eras alguien diferente. Me siento decepcionada. Había
puesto tanto para que funcionara… Pero la verdad es que en el fondo me alegro. Porque
si realmente eres cómo me has demostrado últimamente, aunque me duela ahora, no
te quiero a mi lado. Quiero a alguien que me diga te quiero pero que a la vez
lo demuestre. Que luche por mí hasta el final, como si se le fuera la vida en
ello. Puede que pida demasiado, pero no es más ni menos que lo mismo que
ofrezco. Porque cuando quiero, quiero de verdad. Lo demuestro más que digo, lo
doy todo y más por la otra persona. No, no soy de las que se rinde a la primera
de cambio. Y tú, me has demostrado que prefieres escoger el camino fácil, que
eres un cobarde.
A pesar de todo sé que no te olvidaré fácilmente
(aunque debería). Quizás con el tiempo no duela tanto recordarte. Pero ahora es
lo que toca, olvidarme de ti. Así que empezaré por no escribir más sobre ti.
Porque no te mereces que te dedique una sola palabra más. Se acabó. Ahora solo eres alguien a quién solía conocer.
.~África~.
¡Tienes toda la razón! Me encanta tu blog. Te sigo.
ResponderEliminarSaludos, www.nadaadecir.blogspot.com
Muchas gracias!!! Te seguimos a ti también! Blog genial!
ResponderEliminar