sábado, 21 de diciembre de 2013

Juego de niños

Dicen que cuando menos te lo esperas es cuando surgen las mejores cosas, y quizás no se equivocan del todo. Apareciste en mi vida sin tan siquiera planearlo, pero cuando más lo necesitaba. No me esperaba encontrar a alguien tan especial cómo tú. Alguien capaz de hacerme sonreír con la más mínima tontería. Alguien con quien no tengo que fingir y puedo ser yo misma. Alguien con quien las cosas van surgiendo sin forzarlas. Contigo todo es tan fácil...cómo dice Efecto Pasillo en su canción: "La vida se convierte en un juego de niños cuando tu estas junto a mi". La verdad es que no sé cómo acabará todo esto, pero ¿sabes qué? Tampoco quiero pensarlo. Solo quiero disfrutar cada momento a tu lado cómo si fuera el último y ir creando recuerdos imposibles de olvidar. Porque de algo sí estoy segura: esto solo es el principio de algo muy especial. 


.~África~.

domingo, 27 de octubre de 2013

Asco de sociedad

Decepción tras decepción acabas desconfiando hasta de tu propia sombra. ¿Qué coño he hecho mal? Podría pasarme horas recriminándome a mi misma todo lo que hago mal, pero creo que en este caso el error no está en mí. 

La gente cada vez me sorprende pero a peor. ¿En qué nos hemos convertido? La sociedad parece estar repleta de gente que solo piensa en si misma, hacen lo que sea para conseguir lo que quieren sin tener en cuenta quién puede salir perjudicado. Promesas incumplidas, mentiras, traiciones...

Estoy harta, harta de ser la "buena persona" que lo perdona todo y salir siempre perdiendo. Quizás la solución sea ser como los demás, empezar a pensar primero en mi y no en todo lo que me rodea. Y quién sabe, aunque ahora parezca imposible, quizás hasta lo consiga. 


.~África~.

jueves, 26 de septiembre de 2013

Cuando te encontré


Cuando te encontré
Prólogo

Carinyo, el dia 28 fas 21 anyets i si estigués a les meves mans et regalaria tota la felicitat del món. Des de que vas aparèixer  la meva vida  va fer un canvi radical, mai m’hauria imaginat que un dels meus somnis es fes realitat, TU. Potser algun dia publicaré aquesta historia però  ho faci o no, el meu protagonista ha de tenir el seva versió.

Hacía mucho que no escribía, no he tenido demasiado tiempo aunque tampoco pretendo justificarme, si hubieron momentos no supe encontrarlos. La verdad es que mi vida en estos momentos… es diferente a la de hace algunos meses, nadie puede llegar a imaginarse lo feliz que soy.

Bueno no me  prolongaré poniendo excusas, creo que  ha llegado el momento de explicar la verdadera historia, mi historia, la de aquella chica que escribía: el amor es un bonito sueño, uno perfecto, ojala lo encuentre pero quizás solo sea eso...un magnifico sueño.

Pero la realidad y el destino siempre se guardan un as en la manga y decide ponernos  a prueba rompiendo nuestros esquemas

 Todo comenzó hace ya casi 6 meses…

Un día por la noche, salí de fiesta con algunos amigos. África y yo comenzamos a comentar lo mal que habían funcionado nuestras vidas amorosas hasta aquel momento. Lo cierto sería decir que no dejábamos títere con cabeza sobre el sector  de tres patas de nuestra especie. Un buen amigo que escuchaba nuestra animada y profunda conversación decidió intervenir.  Él comentaba y con bastante razón que no todos los hombres eran iguales.

Jamás me habría imaginado como acabaría aquella charla enmarañada de tan distintas opiniones.

Nuestro amigo se dirigió a mi concretamente (supongo que por ser la que más calladita estaba, irónicamente hablando).  Me dijo: Abril, creo que deberías conocer a alguien, verás tengo un amigo y creo que por lo que explicas es algo así como tu chico ideal. Yo al principio lo miré un tanto escéptica,  supongo que algo cansada de mi suerte hasta aquel momento.

Comenzó a hablarme de su amigo y debo decir que capto toda mi atención, tenía ganas de conocer al chico que describía pero veía difícil llegar a conocerlo. Lo que yo no me esperaba es de que mi amigo empezará a hablar a su amigo de mí  por WhatsApp. Y  yo, entusiasmada por el momento, acabaría proponiendo hacernos una foto para que su amigo nos viera.

No me planteaba que su amigo pudiera pensar, que una pobre chica loca, lo intenta acosar. Bueno… tal vez un poco… vale…  mucho.

La cosa es que al final los dos dijimos: a ver, si un día de estos en alguna fiesta con más amigos, nos pudiésemos conocer.

Fue todo un poco locura, una divertida  pero a la que tampoco das mucha importancia  a causa del: momento, nervios, precipitación y supongo que al ser algo demasiado inesperado que no contabas con que sucedería.

Al día siguiente pasó algo, me había agregado al Facebook. Recuerdo que pensé: debe imaginar que estoy desesperada, que soy una salida o la opción más probable, mi  amigo le ha insistido más de la cuenta en que tiene que conocerme.

No deseaba que el conocernos fuera una obligación, tampoco que se sintiera  presionado, ni  que creyera que estoy desesperada o que soy una devora-hombres (no lo estaba y tampoco lo soy, pero me apetecía conocerlo).

Entonces decidí enviarle un mensaje, recuerdo que le escribí algo parecido a esto: Sé que esto de conocernos tan deprisa te resultara extraño, perdona si te ha molestado tanta insistencia por parte de nuestro amigo. Él me habló muy bien de ti y la verdad que  le dije  que  haber si algún día  te trae a alguna de nuestras salidas, por lo que me han explicado pareces muy buena persona, espero que no te haya parecido todo demasiado extraño.

La respuesta no tardó en llegar y comenzamos a hablar cada día un poquito.

Hubo un domingo que me pasé horas hablando con él por el Facebook, explicándonos supongo que pequeños recortes de nuestra vida.

La verdad es que me gustaba hablar con él, me encantaba abrir el teléfono y ver que me había un mensaje suyo, nunca habría podido imaginar lo difícil que me resultaría pasar un día sin noticias suyas y que mi parte preferida del día se transformaría en la que estuviésemos juntos. 

Supongo que todos aquellos pequeños momentos en los  que pasas con la persona  que amas se transforman en algo mágico, instantes en que la felicidad parece cubrir cada poro de tu piel y arroparte, es entonces cuando descubres que jamás olvidaras aquellos instantes porqué  ya han sido gravados muy dentro de ti.

El caso es que cada vez hablábamos más y un día me propuso quedar y   conocernos en persona. En seguida le dije que sí.

Quedé con él un sábado, sábado 9 de abril y creo que jamás olvidaré el momento en él que lo vi por primera vez. Yo estaba algo nerviosa, fui chocando con la gente porque  habíamos quedado en Barcelona y al ser la última parada del trayecto del tranvía, la gente se dirigía ajetreada hacia las puertas. Salí e iba a enviarle un mensaje diciéndole que ya había llegado, entonces sucedió.

Lo vi llegar corriendo  y con  su sonrisa, supongo que un poco desconcertado como yo por la situación y los nervios del momento. Entonces me miro con esos ojos verde azulados que tanto me gustan, una parte de mi quedó presa en aquella mirada.

Nos saludamos con dos besos en la mejilla, recuerdo las primeras palabras que crucemos con nervios los dos, eran  tímidas e indecisas. Dijimos algo acerca de lo curioso que era todo.  Yo, me sonroje cuando el pregunto el motivo del porqué había querido conocerle.

Creo que aquel día batimos un record sin saberlo, sin proponérmelo era de las veces que más rápido había caminado por Barcelona, supongo que el también debió pensar en que íbamos  un tanto rápido. Enseguida me propuso  ir a tomar algo en  un Starbucks cercano.

Como buena adicta a la vainilla, la primera de  las normas es: jamás renuncies frapuccino de vainilla. Subimos a la planta de arriba del establecimiento y continuamos  con nuestra animada charla, a veces  con más vergüenza  y otras como si no fuéramos dos extraños, sino dos personas que llevaban mucho tiempo esperándose.

Me comento que nuestro amigo se había ido de la lengua y le había dicho algo que yo le había preguntado sobre él. En aquel momento pensé en asesinar a alguien, pero hubiera preferido que se me tragara la tierra por un instante. Nuestro amigo se le había escapado comentar que yo le había preguntado, acerca de que intenciones  tenía él conmigo en aquella cita.

Después de aquel  incidente, decidimos que pasará lo que pasara, a partir de ahora sería mejor preguntarnos las cosas  directamente.

Acabamos nuestras bebidas y  decidimos dar otra vuelta. Mientras tanto, las  calles  se teñían de oscuro, en  Barcelona anochecía, pero era todo más mágico y especial que el resto de noches en la espléndida ciudad.

Ese día hablamos  y hablamos sobre todo él, no paraba de narrar diferentes detalles sobre su vida, forma de ser….me gustaba, me atraía como era, lo que explicaba.

Me llevo a cenar a un japonés,  como a mucha gente me encanta la soja y me entusiasmo la idea. Lo que no oculte demasiado fue mi gran agilidad con los palillos, enseguida me puse pérdida de soja, cuando tiré precipitadamente todo el sushi al recipiente de soja y está aterrizo sobre mi camisa. Él se intentó controlar pero los dos acabamos a carcajadas. Me encanto escuchar aquella risa contagiosa y alegre.

Acabemos de cenar entre risas, comentarios y verdades que contábamos aprendiendo uno del otro a pasos de gigante, diferentes  y parecidos al mismo tiempo, la ecuación tantas veces contada, la que ahora aparecía en mi vida y comprendía a la perfección.

Aun me parece escuchar una de las grandes frases que él pronuncio aquella noche: a esta cena invito yo,  pero si tú quisieras podríamos quedar otra vez y así me devolverías la invitación.  Sonreí, puse la mejor de mis sonrisas como si me acabaran de decir que sostenía toda la felicidad del mundo entre mis manos.

Nunca me ha gustado demasiado que me invitaran, siempre he sido de las que querían ir a medias con las compras, regalos, cenas… Pero me pareció un detalle muy bonito por su parte y la idea de la segunda cita era  justamente lo que en ese momento deseaba, tampoco me habría parecido mal dar un beso a aquellos labios. Me atraía y fascinaba, más que cualquier otra persona que hasta ahora hubiera conocido.

Le dije que estaría  encantada de volver a quedar con él y que por supuesto invitaría yo. Comenzaba a preguntarme como volvería a casa puesto que yo no vivo en la ciudad, enseguida afirmo que me acompañaría a casa  y que por mucho que insistiera en que no hacía falta, no cambiaría de opinión.

Paseamos por las calles, no hacia demasiado frio, por suerte ya estábamos en primavera, aun así tuve que ponerme la chaqueta. Esta vez caminábamos más despacio y también más pegados quizás por la suave brisa que recorría las calles, aunque tal vez no fue por eso...

Después de caminar  y pasar por un par de calles nos detuvimos en un edificio, sus ojos brillaron y de nuevo me dirigió esa mirada suya,  enseguida me dijo que él vivía allí, tal y como yo imaginaba.  Abrió la puerta del parking y enseguida me enseño su coche.  Sonrió al enseñármelo y por primera vez lo vi muy sonrojado, su coche tenía prácticamente nuestra edad. Y  vuelvo a repetir tenía... pero eso es otra historia.

Entramos en su coche y comencé a reírme una vez más, estaba lleno de raquetas, bambas y  curiosamente cada vez que examinaba el coche  y veía aquel desorden, más rojo se ponía él y yo más me reía. En fin… un bucle, uno encantador que inmediatamente  llego a su fin cuando   el motor ronroneo, bueno más bien hizo un gran ruido…quizás más parecido a un fuerte ronquido.

Me sentía cómoda,  había algo en él en esa mirada que me hacía sentirme como si ya nos conociéramos, como si siempre hubiésemos estado juntos,  fui guiándole  durante un buen rato hasta llegar a mi casa.

Paro el coche, yo le comente, de que en pocos días celebraría mi cumpleaños y que me encantaría que viniese a  la fiesta.

Muchas personas, pensarían que me precipitaba al invitarlo a algo tan personal, cuando solo hacia un día que lo conocía y era poco tiempo el que llevábamos hablando. A todas ellas les diría: la vida a veces está plagada de momentos en los que no sabes que ocurrirá, pero si no te arriesgas jamás  podrás responder a la pregunta: ¿qué habría sucedido si…?

Ojala todos los riesgos que corremos a lo largo de nuestra vida, fueran tan pequeños o resultaran tener tan magnifico final.

Después de hablar un poco, recuerdo que lo miré, lo vi acercarse, mi corazón empezó  a latir más fuerte,  todo dejo de existir, solo estaba él.  Se acercó más y más. Cada poro de mi piel se sonrojo, mi respiración se aceleró y el tiempo pareció detenerse, solo deseaba besar esos labios que ya estaban  rozando los míos.

Fue un beso suave, inocente, quizás  algo torpe  y juguetón pero diferente, era distinto al resto y que lo fuera me atrapo. Algo en mi interior cobró vida, todo había cambiado. Yo era la misma de hacía unos minutos  o tal vez…no.

Nos despedimos con la promesa de un mañana cercano y yo baje de aquel coche y flotando entre nubes, llegué a mi habitación. A mis padres  esa noche, no sé  si les hicieron falta muchas respuestas… la gran sonrisa que cubría mi rostro delataba cada efímero detalle de aquella noche.

Me deje caer en la cama, no sin antes  hablar con mi mejor amiga y agradecerle que también me hubiese animado a ir.

Miré mi móvil, le pregunté si había llegado a su casa, pensé en que quizás estaba de camino, así  que cogí el móvil para escuchar música, apareció  una de mis canciones preferidas y todo encajo, la canción se transformó en realidad.

The day we met,
Frozen I held my breath
Right from the start
I knew that I'd found a home for my heart...
... beats fast
Colors and promises
How to be brave?
How can I love when I'm afraid to fall?
But watching you stand alone
All of my doubt suddenly goes away somehow
One step closer
I have died everyday waiting for you
Darling don't be afraid I have loved you
For a thousand years
I'll love you for a thousand more

El móvil vibro y enseguida recibí su mensaje, diciéndome que ya había regresado a casa y que le había encantado estar conmigo.

Algo hizo click dentro de mí,  lo que había soñado, el tiempo que había esperado, todo lo que contaban aquellos libros, películas, canciones… Todo era cierto y ahora era real.

El fin de semana paso y cada vez sentía algo más especial, un sentimiento único era algo tan distinto a todo lo que había sentido. Mucha gente dice que la primera cita es siempre la que tiene más encanto. Yo no podría distinguir cuál de las dos citas fue más especial, no creo que ninguna de nuestras citas haya perdido encanto.

Siempre se recuerda  la primera porqué así fue como nos conocimos y toda historia  tiene su: Erase una vez. Pero  todas las veces que he quedado con él, no han dejado de ser especiales.

 La segunda vez que nos vimos, el vino a recogerme a la universidad yo por el impulso al verlo quise  darle un beso, el vergonzoso por la gente que nos miraba, se apartó, acabe  dándole un beso en la mejilla. En aquel momento me resulto extraño, no comprendí porqué  se alejaba.  Y ese pequeño detalle me hizo sentir algo triste. Aunque en seguida pensé en hablarlo más tarde.

Caminemos tranquilos durante  unos pocos minutos, fue él quien hizo que el silencio se desvaneciera. Me dijo que sabía que le   había querido dar un  beso pero que al estar rodeado de posiblemente conocidos míos y al ser solo la segunda vez que quedábamos, prefería ir despacio.

Aquella repuesta convenció  una parte de mí, aquella mitad que decía que tenía razón al pensar que era un poco pronto, a la otra decidí ignorarla, solo por esta vez. 

Siempre me había importado, la opinión  que tenía la gente sobre mí. Un día harta de pensar en estos, decidí poner punto y final, a partir de aquel entonces, no me  intentaría lo más  mínimo, por no decir una…  Bastante complicada es la vida, como para estar pendiente de gente a la que no importas en absoluto, más que para hacer salir algún estúpido comentario de sus gigantescas bocas.

Cogimos el metro y acabamos  por las Ramblas, en seguida se hizo la hora de comer y  esta vez invitaba yo, pero como yo  y mi gran  orientación  no nos acabamos d llevar bien, él me sugirió  un barecito dónde preparaban unos riquísimos bocadillos calientes.

Acabemos de comer otra vez entre risas, preguntas y palabras sinceras. Después de comer fuimos caminando  hasta llegar a la zona del maremágnum, allí había un jardín con césped donde mucha gente paraba a tomar el sol.

Decidimos tumbarnos en una zona  donde había un poquito de sombra. Recuerdo la calidez de sus labios, como nos abrazábamos por primera  vez, sus brazos estrechándome  y la sonrisa que se formaba en su rostro cada vez que nos separábamos. Las palabras temblorosas  y tímidas que pronunciábamos. No existía nadie ni nada más.

Los minutos y horas pasaban rápido, tanto que la hora de la despedida llega siempre con demasiadas prisas. Antes de irnos  volvimos a hablar de mi cumpleaños, quedaban muy pocos días para cumplir los 21 y yo cada vez tenía más ganas de celebrarlo, no solamente por ver a  todos  mis amigos.

 Cada día hablábamos, nos preguntábamos por nuestro día, lo que había sucedido.  Finalmente llego el día 19, mi cumpleaños.  Después de  2 o 3 horitas en la universidad, de una comida con mis padres y hermano   también de varias felicitaciones de familiares, amigos y conocidos, llego la tarde y ella atrajo a la  tan esperada noche.

Esa noche me arregle un poco más de lo habitual, me recogí el pelo  con la ayuda de mi madre en una especie de moño trenzado y  cogí del armario el vestido azul que había reservado para aquel día, junto a unos taconazos  sobre los que probablemente no duraría demasiado rato. 

Quede con África  antes que con el resto, ella me había preparado un par de regalos y detalles de esos que aunque pasen años consigues recordar con facilidad. Después fuimos hasta el restaurante donde habíamos quedado con el resto.

Mis amigos fueron apareciendo aunque su puntualidad  al igual que la de mi protagonista, no es una de sus virtudes, fueron llegando  y ya adivinareis quien vino el último.

Cuando lo vi me levanté  de  inmediato, tenía mis dudas: como saludarle delante de todos, presentarlo, que decir a mis amigos… Pero como siempre, con él todas mis dudas se desvanecen, me abrazo, nos miramos, sonreímos y entonces me beso. Un beso  mágico, que consigue que alcances una realidad distante a la presente. Después de esto ya no hizo falta aclarar mucho más.

Se sentó junto a mí en la larga mesa que nos habían preparado. La cena transcurrió con normalidad y después de esta fuimos a bailar en una de las discotecas que teníamos más cercanas.

Fue un cumpleaños increíble, recuerdo bailar y bailar con todos mis amigos y dar unos cuantos besos a cierto chico en especial. Llegue a casa de madrugada cuando ya amanecía, con cierto dolor de pies a pesar de haberme quitado los tacones, no obstante, no me importo en absoluto.

Esa noche soñé  con él, abrazados, besándonos,  conversando entre susurros que llegan al alma. Cuando todo pierde ya él sentido, solo se escuchaban el latir de dos corazones que bailan al compás, ya no existía nada más, solo nosotros dos.

Seguimos quedando por Barcelona, siempre acabábamos  tumbados en aquel parque cerca del mar, hablando, riendo de distintas situaciones y probando el sabor de esos labios que tanto me gustan.

Aun parece que fue ayer cuando empezamos a confesar sentimientos por whatsapp después de una de nuestras salidas.

Te busque durante mucho tiempo, creí encontrarte pero me equivocaba continuamente, perdí la esperanza, pensé que no estaba hecha para el  amor que todo  lo que había oído no era cierto y si lo era quizás no estaba destinada a ello.

Desterré todos mis sueños, escondí mis sentimientos  y mande al olvido todas mis ilusiones. Cansada de tropezar con piedras del camino, decidí dejar de escalar montañas y  alejar cuentos, promesas y fantasías.

Entonces  te encontré, y  cuando te encontré todo cambio.

Resulto que siempre había caminado a oscuras, apareciste  iluminado mi vida, todo  tiene ahora más sentido, los malos momentos  existen pero a tu lado todo parece desvanecerse.

Te das cuenta de que la espera merece la pena, aun tiemblo al recordar, aquel sábado 27 de abril cuando después de una finísima lluvia algo mojados, me hizo suya por primera vez.  Fue mi primera vez,  debo decir que jamás había sentido algo tan intenso, bonito y perfecto,  nunca olvidaré aquel día cuando después de apasionados besos debajo del paraguas, ocurrió este inmenso recuerdo tan y tan mágico. Aquellas primeras caricias, el abrazarnos desnudos temblando de placer, amarte sin barreras es  el momento más hermoso que he compartido con alguien.

El día 30 de abril ocurrió algo  muy  especial, comencemos a ser novios. Empezó a hablar sobre nuestra situación, que era lo que éramos: nunca fuimos dos amigos, tampoco un rollete, nos habíamos estado conociendo sí, pero era obvio que los dos sentíamos y necesitábamos más.

A partir de aquel momento, aquel chico formaría oficialmente parte de mi vida.

Des de entonces ha sido maravilloso, no todo es perfecto claro está, a veces discutimos, pero hasta ahora, las discusiones no han sido muy fuertes y aunque lo fueran si de algo estoy segura es que las solucionaríamos.

Nos han pasado muchas cosas juntos, esto no acabará aquí, es solo el principio, mi gran principio. Aquel  que cambió la vida de una chica que volvió a soñar. No es el final, solo una pequeña pausa, espero que esta historia sea tan larga como mi vida.

Amar es también saber perdonar, aprender de los errores  de uno y otro, quererlo deseando que se encuentre bien por encima de cualquier cosa.

Encontrar a una persona que te quiera  tal y como eres tú, sin querer cambiar nada de ti y tu hallar a ese alguien aceptándolo, quererle y comprenderle  por encima de todo, es la cosa más bonita que jamás me había pasado. Ahora sé que pase lo que pase y venga lo que venga lo solucionaré junto a él.

Continuará

Pd: Carinyo  ja  pots contar les paginetes, hi han 21 <3. Moltes felicitats amor meu, espero que aquests 21 siguin inolvidables i que  tots els teus desitjos i somnis es fasin realitat.  També que la nostra historia t’agradi i els altres regalets també. La teva novia que t’estima infinitament.


Abril

viernes, 13 de septiembre de 2013

Noche mágica

Hoy sales de fiesta con tus amigas y la verdad es que tienes muchas ganas, hace tiempo que no las ves y te apetece bailar cómo si nadie estuviera mirando. Así que te arreglas, no demasiado, y te diriges al punto de encuentro.

Durante la cena no paráis de contaros todo tipo de cotilleos del verano, risas y más risas. Vais a tomar algo y finalmente os dirigís a la discoteca. Ya has ido varias veces y te gusta bastante, seguro que esta noche valdrá la pena, o eso esperas. 

Sólo aterrizar en la pista empezáis a bailar dándolo todo. Suena la canción "Wonderwall" de Oasis, toca descansar un poco después de tanto meneo. Aprovechando el momento, un chico se acerca a una de tus amigas y empieza a hablar con ella, "es mono", piensas. Miras a su lado y ves al que parece su amigo, “dios, ¿que guapo, no?”. Te mira y te sonríe. “¿Me está mirando a mi? No es posible, ay madre.” Se acerca a vuestro grupo, y te empiezas a poner nerviosa. 

-¡Hola! Veo que mi amigo está con vuestra amiga. ¿Cómo os llamáis?- dice mientras se te queda mirando-. 
-Yo África, ella es Abril y ella Marta. Y tu, cómo te llamas? 
-¡Yo soy Álex! Y perdona si me confundo con los nombres, tengo un poco de memoria de pez. 

¿Eres tú o has sentido un flechazo? Nunca te había pasado, no así de fuerte. Él no deja de mirarte y eso te intimida. Se pone a tu lado y empieza a preguntarte cosas. Habláis y habláis durante lo que parecen horas. La música hace que tengáis que acercaros mucho cada vez que queréis decir algo, notar su respiración en tu oreja hace estremecerte. Tenéis tantas cosas en común que no acabas de creértelo, no puede ser tan perfecto. 

-Oye, ¿qué te parece si nos apartamos un poco de aquí? Me pareces una chica muy interesante y me encantaría conocerte un poco más. 

Aceptas encantada y os alejáis hacia un sitio más tranquilo. No paráis de hablar, la conexión que hay entre ambos es evidente. De repente os quedáis callados, él te está mirando a los labios, tú no puedes evitar hacer lo mismo, y surge, os besáis. Un beso tierno pero muy sexual, uno seguido de muchos. De repente, te mira fijamente, eso te pone nerviosa así que acabas tapándole los ojos con tus manos. 

-¡Eh! No hagas eso. ¿Sabes? Me tienes hechizado. No sé que me pasa, sólo sé que ahora mismo me pasaría toda la noche aquí a tu lado, en serio, eres preciosa. 
-Sí anda...no digas tonterías.
-Calla y bésame, no estropees la magia. 

Besos y más besos. Hacía tiempo que no sentías esa chispa al estar con alguien. ¿Habrá sentido él lo mismo? Es momento de volver a casa y llega la despedida. Él te pide tu número y promete hablarte para veros pronto. Os decís adiós con un bonito beso . No acabas de creer lo que ha ocurrido, ésto no te puede haberte pasado a ti. ¿Es un sueño y vas a despertar de repente, o qué pasa? 

Llegas a casa y te tumbas en la cama. Te cuesta dormirte porque no paras de pensar en él: sus ojos, su sonrisa, sus besos, sus carícias... Miras el móvil para saber que hora es y ves que tienes un mensaje nuevo de un número que no conoces. ¡Dios! ¿Será él? 

"Espero que hayas llegado bien a casa, yo ya estoy sano y salvo. Me ha encantado estar contigo esta noche. Besos de buenas noches. Álex" 

No puedes evitar sonreír. No sabes cómo acabará todo esto, pero tienes claro que algo especial ha surgido esta noche y no piensas dejarlo escapar, no esta vez.


.~África~.

domingo, 26 de mayo de 2013

Pasado pisado

Oír esa canción e inevitablemente, sin querer, acordarme de ti. Pasar por ese sitio e instantáneamente, recordar cada uno de los momentos vividos ahí, contigo. Recordar cada palabra, cada caricia, cada promesa, cada beso... ¿Dónde quedaron esos “para siempre”? ¿Y esos “no puedo vivir sin ti”?

Entonces, me hundo al pensar que todo eso fue un simple juego para ti. Que yo era una chica más, que cómo una tonta se creía todas y cada una de tus mentiras. Y que cuando tuviste la mínima oportunidad de huir, te fuiste para no volver.


Me odio a mí misma por seguir pensando en ti, por seguir esperando a qué vuelvas a mí. ¿Para qué? Si eso jamás ocurrirá. Quizás, ya sea hora de dejar el pasado enterrado, y de concienciarme que merezco algo mejor. Ahora toca ser fuerte y avanzar. Porque habrá mil mejores que tú, de eso estoy completamente segura. 




.~África~.

lunes, 20 de mayo de 2013

No lo siento

[Él era el chico malo, ella la chica buena. Estaban locos el uno por el otro, pero su amor les consumía.]


-Me gustaría pedirte perdón…

-¡Por fin!

-Déjame hablar, siempre igual… Mira… Acabo de darme cuenta que no quiero disculparme…porque no, no lo siento.

-¡Genial! Y, ¿qué pretendes? ¿Qué todo siga igual? Qué a pasar de todo lo que ha pasado…lo que has hecho…me quede aquí, tranquila, como si nada hubiera pasado… ¿Quieres eso?

-Sht. No he dicho que tengas que estar contenta por ello, simplemente digo que no lo siento. No siento ser cómo soy, porqué simplemente soy así… Soy egoísta. Siempre acabo tomando las decisiones incorrectas, y siempre…siempre… acabo haciéndote daño. Por eso, no soy bueno para ti. Tú te mereces algo mejor que yo... Tienes que alejarte de mí.

-Vale, perfecto…Pero ahora escúchame a mí. Yo tampoco lo siento… No siento haberte conocido… No siento que sólo tú hayas conseguido que me cuestione todo. Y que tú…Y sólo tú, hayas conseguido hacerme feliz en los momentos más complicados. Has sido…un capullo integral, sí. Y no has tomado las decisiones correctas, lo sé… Y de todas las que yo he tomado, quizás ésta sea la peor de todas…pero ¿sabes qué? No siento estar enamorada de ti… Te…quie…ro. 


.~África~.



                                           

domingo, 28 de abril de 2013

Te odio porque me encantas


¿Sabes? Odio no verte tanto como me gustaría. Odio que me saques de quicio con la más mínima tontería. Odio que te quedes a medias contándome las cosas y al final esquives el tema para acabar hablando de otra cosa. Odio tus jijiji. Odio que nunca me digas lo que sientes realmente. Odio que a veces pases un poco de mí. Odio que siempre acabemos posponiendo nuestras quedadas. Odio que seas tan sosito. Pero, ¿sabes porque te odio tanto? Porque a pesar de todo, me encantas y no puedo hacer nada para remediarlo.  


.~África~.

domingo, 21 de abril de 2013

Érase una vez

Érase una vez, una princesa que no sabía que lo era. Le costaba creerse lo mucho que valía y lo increíble que era. Digamos que a lo largo de su vida se había ido encontrando con sapos venenosos que le habían hecho sentir pequeñita cuando en realidad no lo era. Pero ahora parece que su suerte ha decidido cambiar de rumbo. Hace unos días que vuelve a sonreír, y un sapo tiene la culpa de ello. Esperemos que éste se convierta en príncipe o por lo menos no sea tan maligno cómo los otros. Bueno, centrémonos en la historia. 
Esta princesita tenía una hermanastra. Pero no era de las típicas que salen en los cuentos, su relación iba mucho más allá. No eran hermanas de verdad pero estaban tan y tan unidas que lo parecían. Eran capaces de mirarse y saber lo que la otra pensaba o sentía. Las malas lenguas decían que fueron separadas al nacer. Estuvieron una época distanciadas, pero la pérdida de una amiga cercana las unió más que nunca. Las dos se hicieron invencibles. Unieron sus reinos y jamás perdieron ninguna batalla. Aún les queda mucho camino por recorrer y nunca se sabe lo que puede pasar…Pero de una cosa podéis estar seguros: SU AMISTAD ES Y SERÁ INDESTRUCTIBLE.


Muchas felicidades princesita, te quiero. 



.~África~.


jueves, 21 de marzo de 2013

Sonríe

Sé que hace tiempo que no escribo, pero me falta inspiración y tampoco quiero escribir por escribir. Hoy mi hermana me ha enseñado un vídeo que sin querer me ha sacado una sonrisa. Y de repente, mi inspiración a vuelto y...mi próximo escrito está en proceso. 

Por eso quiero compartir con vosotros el vídeo que me ha ayudado a volver a coger ganas para escribir. Espero que os sirva tanto cómo a mí.






"Hola. Sé que no me conoces y que yo no te conozco, pero solo quería decirte: SONRÍE.  Por ti mismo, o por algo, o por alguien, te lo mereces. Seas como seas todos nos merecemos sonreír. Sé que algunas veces será demasiado complicado. A veces el mundo se te vendrá abajo y solo verás oscuridad alrededor, por todas partes. Pero recuerda que siempre va a haber algo por lo que seguir, esa pequeña manchita blanca en un infinito negro, esa minúscula chispa, ese algo que te hace sentir que puedes con todo. Quiero que sepas que nunca debes sentirte solo o sola. Que quizás aunque desees estarlo no vas a estarlo porque hay gente que te quiere, que te apoya, y siempre estará ahí para sacarte esa maravillosa sonrisa que tienes. Mírame, tres…dos…uno…SONRÍE. Ves, es que tienes una sonrisa perfecta, que envidia. Sólo una cosa más, nunca creas que eres menos que algo o que alguien, porque eres perfecto, tal y como eres, sin excepciones, tus defectos, con tus virtudes, tus ojos, tu sonrisa, tu pelo, tu cuerpo…perfecto de la cabeza a los pies. Y si alguien alguna vez lo cuestiona dile de mi parte que la envidia es muy muy mala. Que si, que no nos conocemos pero aun así te quiero, por ser como tú eres y por tener la valentía de mostrarle al mundo hoy en día de lo que puedes conseguir. Una última sonrisa, porfis, si, definitivamente tienes una sonrisa perfecta. Esto se acaba pero por favor que no acaben nunca tus ganas de sonreír, tus ganas de luchar, de luchar por lo quieres. Y nunca dejes de quererte, hazlo por mí y por toda la gente que te quiere. Sonríe, siempre."

(El twitter del chico del vídeo es @MrSinsajo)


.~África~.

martes, 5 de marzo de 2013

Admiro


 Admiro:

 A aquellos que caen y aprenden a levantarse.

Los que tras haberse caído siguen luchando.

Todos que  creyeron perder  un sueño  y siguieron soñando.

Algunos de  los que olvidaron el significado de rendirse e hicieron de la adversidad un motivo para despertar.

Esos que cuando una verdad fue difícil decidieron gritarla antes que esconderla.

Quienes reconocen errores intentando aprender del perdón y del perdonado.

A algunos de los que lloran 1000 lágrimas y luego iluminan el mundo con su preciosa sonrisa.

Vosotros,  que ayudáis sin esperar nada, que vencéis  fronteras que comprendéis valores.

Personas que decidieron compartir ilusiones, cumplir promesas, creer en quien nadie creía.

Unos que entendieron que el corazón era algo más que el órgano palpitante que rige nuestras vidas.

A todos ellos… les debo dar las gracias.

Porqué cuando caigo, cuando tengo miedo, cuando pienso que todo está perdido… descubro que siempre hay motivos para continuar hacia adelante.

Abril

sábado, 23 de febrero de 2013

De donde no hay no se puede sacar


Muchas veces las mujeres justificamos nuestras relaciones fallidas con: "todos los tíos son iguales" "con que capullos me junto". Y quizás nuestro error sea ese, que a pesar de que sabemos que esa persona no nos conviene, aunque pasen de nosotras, aunque se inventen mil escusas para no quedar, seguimos adelante.

Seguramente si una de nuestras amigas estuviera viviendo una situación parecida le diríamos: "¿Eres tonta? Este tío no te conviene. Te mereces a alguien mejor". Pero es curioso... cuando más nos advierten de que esa persona no es la adecuada, más nos gusta.

Incluso acabamos justificando cada uno de sus actos. “Si no me habla es porqué tendrá algo mejor que hacer”. Seamos realistas, si a un tío realmente le interesas se preocupa por ti y no se pasa tres días sin hablarte.

Nos autoconvencemos de que cambiará, de que ese chico es nuestro “Christian Grey”, el chico malo que acabará enamorándose perdidamente de nosotras. Y ponemos todo de nuestra parte para que eso ocurra.

Pero quizás ahí este el error. Estamos intentando buscar dónde no hay. Cada persona es como es y no podemos perder el tiempo intentando convertirla en algo que no es. Entonces, ¿para qué invertir nuestro tiempo en la persona equivocada cuando nuestro príncipe sigue ahí fuera?

Aunque ahora pienses “No querré a nadie tanto cómo a él”, créeme puede ocurrir. Cuando lo dejé con mi primer novio pensaba que nunca iba a encontrar a nadie que me quisiera como él, que nunca más iba a enamorarme tanto, y pasó. Me enamoré de otra persona sin tan si quiera planearlo.

Ahora que hace meses que lo dejé con este último sé que todo es posible en cuanto a sentimientos. He conocido a algún que otro chico en este tiempo pero realmente no me han llenado cómo creía, he ido viendo cosas que no me gustaban y he puesto distancia de por medio. No quiero pasarlo mal otra vez, por lo tanto, creo que es lo mejor que puedes hacer cuando ves que esa persona no te va a completar cómo debería.

Así que…solo queda dejar que pase el tiempo, porque cuando menos lo esperas, ocurre. 

.~África~.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Dicen que las mujeres somos complicadas...

Cuantas veces he oído esta expresión en boca de tantos y tantos hombres. Cada vez estoy más convencida de que nosotras podemos llegar a ser complicadas pero en valentía, juicio y sentimientos los ganamos con creces.

No me gusta generalizar y puede que haya excepciones, hombres realmente románticos que te abran su corazón sin abrir también su bragueta (yo no me he encontrado con ninguno de esos).

No entenderé nunca porqué algunos huyen de nosotras en cuanto saben  que nos han enamorado. Se pasan meses, semanas, días babeando por nosotras ahora a la mínima que nosotras suspiramos, parece que ellos  desarrollen alas para misteriosamente salir huyendo.
Me parece tan y tan triste que alguien no sepa afrontar sus sentimientos o que juegue con los de otra persona… es algo que jamás podré entender.
Me parece que hoy en día las personas valientes que admiten sus sentimientos están en peligro de extinción. Sinceramente es terriblemente triste que cada día nuestro mundo sea un poco más mediocre donde la falta de compromiso  y la facilidad que tantos y tantas ofrecen, se multiplique por doquier.

Yo nunca vi  en una relación una forma de complicarse la vida, creo que si esa es la visión que tiene mucha gente con pareja, deberían plantearse seriamente que hacer con su vida.
La verdad es que hoy escribo esto, porqué siento que a veces me precipito a la hora de confesar mis sentimientos y siento que eso solo acaba siendo un lastre que frena a aquellos con los que hasta ahora me he cruzado. Por desgracia creo que no soy la única a la que le sucede.

A veces sentimos la necesidad de gritar nuestros sentimientos a los cuatro vientos, sin darnos cuenta de que la persona que tenemos a nuestro lado le falta valentía y le sobran las ganas de salir corriendo.  Sé que es triste, pero lamentablemente sucede así.
No me gustaría cambiar mi forma de ser pero veo que a veces no queda otra.

Así que supongo que hay que luchar, luchar por no agobiarles diciendo: te quiero, cuando nosotras nos morimos de ganas por decirlo y que nos lo digan. Luchar por no confesarle al mundo que te mueres por estar con él, luchar contra no sucumbir a sus encantos  acabar en su cama y entonces crean que eres su magnífico objeto. Luchar contra las ganas de hablar con él  todas horas y que así el señorito no se agobie. Luchar por saber siempre que palabras usar en cada instante y que estas no resulten demasiado escasas o simplemente demasiado.
En fin… encima tenemos que aguantar que nos llamen complicadas

Abril

sábado, 16 de febrero de 2013

Hoy el día parece más azul y creo ser la única que para a pensárselo.


Hoy caminando por la calle, he mirado hacia el cielo y me he dado cuenta de que en ese preciso instante no había una sola nube. Habría sido un magnifico momento para quedarse parada en medio de la calle a contemplarlo … si no fuera porqué llegaba tarde a clase.


Hay épocas  y momentos en los que te paras a pensar en lo mucho que has cambiado tu mismo como persona en  tan poco tiempo, hay temporadas tranquilas en tu vida y otras en las que no dejan de sucederte cosas a borbotones.
Cuando he mirado el cielo azul eléctrico, mi color favorito, mi celebro  he visualizado lo que he cambiado, lo positivo y también el aspecto negativo de ese cambio. Me  ha alegrado saber que el aspecto positivo gana con creces al negativo.


Con todo esto quiero decir que a veces somos masoquistas y necesitamos que la vida nos de golpes, gracias a estos cambiamos como personas, un golpe siempre es algo negativo pero siempre tendrá un aspecto que sea positivo porqué puede ayudar a que tu forma de ver las cosas adquiera un nueva  percepción.
Siempre me han gustado las mariposas azules, mi habitación es de un tono amarillo claro y en la pared tengo estampadas mariposas azules. Siempre me quise tatuar dos mariposas azules.


¿Qué son las mariposas azules?
Una mariposa azul, a mí me aporta fuerza, energía, cariño, tranquilidad, paz. Siempre cuando miro las mariposas de mi cuarto pienso que cada una de ellas es una persona MUY  MUY importante que ha pasado por mi vida, que está en ella o que tiene que llegar. Una de las mariposas que hay en la pared debo ser yo (mi yo interno, como mí alma o algo así), pero no me gusta elegir entre una de ellas  e identificarme así. Me gusta pensar que todas me aportan una gran parte de fuerza.


Lo que no me gusta:
No me gusta pensar que las mariposas son débiles. Nunca me considere una persona débil, creo que soy capaz de superar muchísimas dificultades, creo que he pasado por unas cuantas y supongo que aún me quedan bastantes que llegaran y a las que sin duda me enfrentaré con fuerza.


Tengo 30 mariposas azules y unas ramas de flores de cerezo en el cabezal de mí cama.
¿Que son las ramas de flores de cerezo?

Para mí las ramas de flores de cerezo significan el recorrido de mi vida. Siempre me ha encantado mirar a la montaña y ver cerezos o almendros en flor. Me encanta, lo veo un paisaje precioso… puede que sea solo una cosa mía pero me aporta mucha felicidad ver algo tan bonito. Tampoco he querido saber nunca, en que rama del cerezo del cabezal de mi cama me encuentro, prefiero pensar que todas las etapas por las que pasaré y he pasado, tendrán algo que las diferencie y encontrar la diferencia será maravilloso.


Totalmente inspirado en Albert Espinosa al que admiro profundamente.


Abril

martes, 5 de febrero de 2013

Pausa


A veces todo el mundo necesita una pausa. Tomarse un tiempo y dedicar todos esos minutos, horas, días, meses tal vez años pensando en uno mismo. Uno de mis grandes errores es que en muchísimas ocasiones he pensado más en los demás que en mi misma…
Creo que des de que tengo uso de razón me vi acompañada de alguien en un futuro, nunca me plantee la situación de estar sola. Tras el paso de los años analicé que he vivido mucho más tiempo sola que con pareja. Que hubieron muchos ratos felices y preciosos momentos que recordar pero  también otros por los que lloré.

Ahora ha pasado el tiempo miro a mi alrededor y veo parejas felices pero también otras que no deberían estar juntas, pues aquella chispa que algunos llamamos amor… desapareció y solo les une el temor a la soledad.

No eres menos persona, ni vales menos, ni eres menos guapo o guapa  por estar solo. Nuestra sociedad,  quizás sea demasiado hipócrita, des de pequeños nos enseñaron que el príncipe encuentra a la princesa y fueron felices para siempre. Nunca nos explicaron que a la princesa puede que no la buscara ningún príncipe y no por ello dejaría de ser princesa.
Me he empeñado y he sufrido por estar con alguien con el que des de un principio sabía que no me quería y que el futuro no cambiaría, he intentado forzar situaciones o momentos en los que habría sido mejor esperar. Pero en esta vida aprendes… aprendes de tus propios errores a caerte y levantarte y si alguien no te ha querido lo suficiente, debes aprender a quererte a ti misma/mismo todo lo que esa persona no te quiso.

Yo estoy sola, no tengo pareja ni ningún futuro (nadie especial) y  es ahora cuando comprendo lo equivocada que estaba por infravalorarme y por buscar a alguien desesperadamente. No tengo miedo, No soy menos ni valgo menos, No soy menos inteligente Ni menos guapa de muchas de las que tengan novio. Simplemente, no ha llegado el momento.
Ahora que lo he comprendido, lo escribo aquí. Yo me he sentido realmente mal  y espero que nadie se sienta así por un rechazo o por algo que no funciono.  A veces, las cosas no funcionan porqué jamás estuvieron predestinadas  o porqué simplemente  el momento no apareció.

Pensar en  lo que te conviene, no forzar situaciones y dejar que el tiempo actué, reír de lo bueno y procurar encerrar lo que no fue tan bueno. Quererse  uno mismo y querer infinitamente a  aquellos que siempre permanecieron, procurando cuidarles para que continúen permaneciendo por siempre.

Abril

Pd: Siento,  no haber escrito durante tanto tiempo.  He echado de menos este espacio en mi vida.