viernes, 4 de enero de 2013

Adiós amor

Creía que no me afectaría, pero estaría mintiendo si dijese que no me ha afectado…

Recibir otro: solo quiero que seamos amigos, me ha hecho daño, quizás... no tanto como los anteriores, por qué  no había sucedido nada y no hemos dejado que transcurriera el tiempo. La verdad, aunque me duela prefiero que haya sido así desde  el principio.

Estoy muy cansada… no quiero sufrir más. Cada vez que me ilusiono en algo, que pienso en que tal vez  funcione… me equivoco. Puede que sea,  porqué sueño en voz alta y grito lo que pienso a los cuatro vientos.

Solo sé una cosa, creo que no me merezco sufrir más, no estoy preparada para llorar y llorar otra vez, el amor es un sentimiento único,  poderoso,  maravilloso para todos aquellos que lo sienten, pero a mí lo único que me ha aportado es más lagrimas que sonrisas y mi vida no puede continuar así.


Hoy muy a mi pesar, pienso que quizás yo no esté hecha para el amor, me he imaginado siempre en un futuro rodeada, en los brazos del hombre que me amasé, pero hoy creo que ese hombre no existe. Quizás mi única misión sea hablar de amor, pero como una sensación inalcanzable para mí, puesto que, por mucho que yo lo sienta, nunca he sido correspondida.
Seguramente, en un futuro seguiré luchando por mi vida y no lo haré acompañada y  creo que más vale que me vaya haciendo a la idea … antes de que sea demasiado tarde y desperdicie mi vida soñando con alguien que nunca aparecerá. Solo tenemos una vida  y suceda lo que suceda hay que seguir viviéndola.


Seguiré luchando por mí, por mi futuro… pero voy a intentar con todas mis fuerzas, dejar de buscar a alguien o fantasear con ideas que solo sucederán en mi imaginación.
Seguiré creyendo en el amor,  felicitando a todos aquellos que lo consiguen, ayudando a otros a atraparlo entre sus manos.


Respeto a mí misma, debo decir que he roto mi contrato con Cupido, no quiero que me siga lanzando flechas solo a mí, haciendo que solo sea yo la enamorada de una idea que se desvanece, como la niebla espesa cuando sale el sol.
No estoy dispuesta a derrochar más lágrimas, ni a permitirme sufrir más, no quiero volver a ser: aquella pobre idiota bobalicona enamorada, de sus propios sueños.


Hoy  escribo esto entre sollozos y lágrimas, pero lo hago serena y segura ya que sé que tiene que ser así.


Adiós amor.



Abril

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